Esta época, justo después de las navidades,
es tiempo de miedo, incluso de terror, por esos kilitos de más que hemos cogido
durante las navidades por las grandes comilonas y los dulces. Por eso es la
época en la cual los nutricionistas y los gimnasios reciben más clientes. ¿Por
qué surge ese miedo a engordar? Esta pregunta es difícil de contestar, ya que
podríamos encontrar miles de respuestas. Pero, una de las causas más importante
es la moda.
Hoy en día, por desgracia, es “cool” ser
extremadamente delgada. ¿Cuándo la moda deja a un lado su significado artístico
y original para centrarse en el físico de la gente?
Los cuerpos hambrientos se empiezan a ver en
la primera guerra mundial aunque se potencian en la segunda. Coco Chanel fue la
que logró imponer esas figuras desnutridas como modelos. Para entenderlo mejor
deberíamos recordar la dura vida de aquella mujer: abandonada y pobre cuando
era niña y cantante de cabaret cuando era joven. Chanel creó una línea de moda
con pocos rasgos femeninos, es decir, sin curvas. En esa época fue todo un
éxito, ya que aprovechó las circunstancias sociales de aquella época: el dolor
de la guerra y las reivindicaciones feministas. Esas nuevas prendas eran
perfectas para dejar a un lado la clásica mujer ama de casa, para abrirle
camino a la nueva mujer trabajadora.
Pero cuando los destrozos morales y económicos
fueron a menos empezó otra vez el reinado de las curvas, hasta que a principio
de los años noventa apareció el fenómeno Kate Moss. Su cuerpo sin curvas hizo
dar un giro a la moda y pasar de las curvas a los huesos.
En el siglo XXI, seguimos viendo por todos
lados modelos con apariencia poco saludable. Muchas de ellas, con alturas que
traspasan las medias de las mujeres, utilizan una 34 (una de las tallas más
pequeñas de mujer). Es verdad que algunas de esas modelos pueden ser
extremadamente delgadas por constitución, pero esas medidas son antinaturales y
pueden poner en peligro nuestra salud. Y las modelos no son las únicas que
tienen esta vida, la mayoría de las famosas se someten a dietas extremas.
Esto es un gran peligro para la sociedad.
Estas personas famosas son ejemplos a seguir para las jóvenes del mundo entero
(y no tan jóvenes). Por lo que la moda de los huesos traspasa las pasarelas y
los medios de comunicación, llegando a los hogares de todo el mundo. Esto es la
causa del aumento de las dietas extremas y de los trastornos alimenticios en
los últimos años.
Hay que admitir que la sociedad se está
empezando a concienciar de estos hechos y está empezando a poner medidas en
contra de esta situación. Por ejemplo, cada vez más revistas tienen como portada
a una modelo de tallas grandes. Aunque todas las medidas no se ponen en marcha.
En España se habló de igualar las tallas y de poner unas medidas mínimas a las
modelos. Pero lo de poner en común las tallas no ha sido posible, ya que las
multinacionales no están por la labor. Por otro lado en 2006 salió una ley
obligando a las modelos a tener mínimo una talla 38. Sin embargo, en 2013,
España presentó una modelo desmejorada en Bruselas, creando en Europa un gran
revuelo, ya que este país se consideraba la pionera en la defensa de modelos
saludables.
La moda de los huesos tiene que terminar por
las consecuencias que tiene en nuestra sociedad. Parece que tiene un final no
muy lejano, pero para ello la moda debería cambiar el canon de belleza para dar
paso a uno más saludable y natural.